TRIBUNAL CONSTITUCIONAL Y EL DERECHO A DECIDIR
El Tribunal Constitucional se crea en Chile en la década de los setenta y su fin es velar por la supremacía de la Constitución. Que no existan normas en Chile que vayan en contra de lo que dice la Carta Fundamental. Así funcionan las democracias, por lo pronto, con guardianes de la Constitución. Por tanto sus decisiones son inapelables, no procede recurso alguno en su contra.
Está compuesto por diez personas, todos abogados, quienes son designados así:
- 3 son de libre designación del Presidente de la República.
- 4 son elegidos por el Congreso Nacional: 2 nombrados directamente por el Senado y los otros 2 también son nombrados por el Senado a propuesta de la Cámara de Diputados. -
- 3 son designados directamente por la Corte Suprema en votación secreta (sí, leyó bien).
Los actuales ministros han sido designados de la siguiente forma, con nombre y apellido:
Juan Colombo Campbell (nombrado por Patricio Aylwin; y en otro periodo, por el consejo de Seguridad Nacional)
José Luis Cea Egaña (nombrado por el Consejo de Seguridad Nacional)
Raúl Bertelsen Repetto (nombrado por el Senado y comentado ampliamente en QLN)
Hernán Vodanovic Schnake (nombrado por el Senado)
Mario Fernández Baeza (nombrado por el Senado a propuesta de la Cámara de Diputados)
Jorge Correa Sutil (nombrado por Ricardo Lagos)
Marcelo Venegas Palacios (nombrado por el Senado a propuesta de la Cámara de Diputados)
Marisol Peña Torres (designada por la Corte Suprema)
Enrique Navarro Beltrán (designado por la Corte Suprema)
Francisco Fernández Fredes (designado por la Corte Suprema)
De ellos, dos ya habían sostenido previamente su parecer respecto de la píldora, Navarro y Bertelsen, ambos en contra de su comercialización. Al contrario de lo que usted pudiera suponer, sólo Navarro se inhabilitó para votar, siendo el voto de Bertelsen, seguramente en contra, perfectamente válido.
Son estos señores, que si se fija bien de diez integrantes sólo una es mujer, lo que han decidido por todas las mujeres adultas de Chile. Son estos señores los que finalmente tienen la última palabra para decidir qué es lo que las mujeres en Chile pueden y no pueden hacer.
El Tribunal Constitucional debe estar siempre pensando en la protección de la Constitución y los derechos fundamentales de sus ciudadanos. Un Tribunal Constitucional que pretende imponer visiones valóricas sesgadas y particulares respecto del bien, es un TC que no está respetando él mismo los principios que rigen en democracia. A través de esta decisión, además de decidir respecto de lo que las mujeres puedan hacer, está apuntándonos con la espada de damocles de la verdad.
El TC no está constituido para imponer a los ciudadanos una escala de valores determinada. No está ni nunca fue pensado para que sus miembros decidan el curso moral de los chilenos. Está pensado en velar por el respeto de los derechos fundamentales de las personas, mas en este fallo lo que está haciendo es proteger visiones de mundo sesgadas y basadas en la metafísica y superstición e imponérselas a todos los chilenos en pleno siglo XXi. (Tomado de http://www.quemarlasnaves.net/2008/04/03/talibanes-prohiben-la-anticoncepcion-en-chile/)
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