Mujeres de La Araucanía, Guardianas de la Tierra y de la Vida, Transmisoras de Sueños, Creadoras de Esperanza

UNA DIFERENCIA SEMANTICA


Escuché algunas de las "excusas" (por darles un nombre) que emitió ALFREDO CABRERA OPAZO para justificar el haber lanzado a su hijita desde un edificio. ¿Acaso todas las personas familiares de pres@s polític@s realizan este tipo de acciones?, ¿acaso todas las personas que viven con VIH o tienen SIDA harían algo parecido?... Claro que no, esas son razones que solamente agravan la falta porque insultan a estos grupos humanos. La violencia contra las mujeres y niñas es algo que me provoca ira, no rabia, ira, estas irracionalidades me provocan náuseas. Veamos qué hace la justicia...
Declaración Pública Red Chilena contra la Violencia : Basta de violencias contra las mujeres Ni una muerta más
Llamamos hoy urgentemente a la sociedad chilena, a sus instituciones, a sus autoridades, a los poderes públicos, a las ciudadanas y ciudadanos, a enfrentar y poner un alto a la violencia contra las mujeres, en sus distintas expresiones. No es posible continuar impasibles o indiferentes ante las muertes de mujeres y niñas que día a día estremecen las conciencias, frecuentemente asesinadas por sus familiares más cercanos, quienes ejercen un control brutal sobre sus actos y sobre sus vidas.

La Corte de Apelaciones de Santiago ha dejado en libertad al cónyuge de Victoria Solís, quién la asesinó cruelmente y con absoluta premeditación, degollándola e incendiando su casa. Los “honorables” jueces han aceptado la excusa de demencia temporal, imponiéndole una fianza irrisoria. Esta insólita resolución judicial nos reunió ante Tribunales para denunciar públicamente a estos funcionarios que permiten una vergonzosa impunidad que no hace sino avalar nuevos actos de violencia contra las mujeres.

Ahora nos enfrentamos al horror del asesinato de Javiera Cabrera Neira, de 6 años, en manos de su padre, y de la brutal agresión a su madre, Claudia Neira. Aquel tenía prohibición de acercársele, lo que no sirvió de protección para ninguna de ellas. Claudia ha sido integrante de organizaciones que defienden el derecho de las mujeres a vivir libres de violencia, ha compartido nuestras marchas y denuncias, y hoy llora la muerte de su hija y de su propia agresión.

También hemos conocido otro caso de femicidio, el de María Soledad Ordenes Castillo, asesinada por su yerno, quien además agredió a su ex pareja, Carolyn Cáceres, quien permanece grave en el Hospital Sótero del Río.

¿Qué es necesario para poner fin a esta ola de muertes, lesiones y torturas contra las mujeres y las niñas? ¿Qué es necesario para que los jueces fallen en conciencia, sancionando de inmediato a los criminales y colocando en resguardo a las víctimas? ¿Qué es necesario para que las autoridades máximas del país se pronuncien clara y públicamente en contra de estas circunstancias, que reflejan la subordinación de las mujeres y su total falta de poder social? ¿Qué es necesario para que la policía cumpla efectiva y oportunamente su labor de protección? Y sobre todo, ¿qué es necesario para que vivamos en una cultura de solidaridad, igualdad y respeto entre mujeres y hombres?

La violencia contra las mujeres no es un hecho aislado, no debe considerarse un problema del ámbito privado o de la privacidad de las parejas. Por el contrario, casi la mitad de las mujeres chilenas, en algún momento de sus vidas, han sido golpeadas, amenazadas, torturadas, violentadas sexualmente, constreñidas económicamente por sus parejas, ex parejas, novios, amigos, familiares cercanos, y por otros varones. Lamentablemente, es cada vez más frecuente que esta violencia culmine en su expresión más extrema, el femicidio: este año ya han muerto en estas condiciones alrededor de 50 mujeres.

La Red Chilena contra la Violencia Doméstica y Sexual denuncia que la violencia hacia las mujeres y las niñas es una grave violación a los derechos humanos, al derecho a la vida, a la libertad y a la autonomía, entre otros. Derechos que han sido consagrados en instrumentos internacionales de los cuales Chile es parte y que el Estado chileno no ha sido capaz de garantizar.

Por lo tanto, exigimos acciones inmediatas de los organismos públicos para abordar este problema, al igual que políticas públicas y legislaciones que resguarden efectivamente la vida de las mujeres, que prevengan la ocurrencia de nuevos casos, y que reparen a quienes ya han sido agredidas. Acciones que desnaturalicen la violencia contra las mujeres y que avancen a cambios culturales profundos, más igualitarios entre mujeres y hombres. Demandamos, asimismo, que la “nueva justicia” sea tal, justa en el castigo a los asesinos y agresores de mujeres, y justa en la protección de la vida de las afectadas.

Expresamos a través de este comunicado las condolencias y toda nuestra solidaridad a las familias y amigas/os de las mujeres y niñas asesinadas. Sostenemos, al mismo tiempo, nuestra determinación de continuar impulsando movilizaciones y estrategias que nos permitan asegurar para las mujeres y las niñas de nuestro país una vida libre de violencias, y de plena justicia e igualdad.

Santiago, Diciembre de 2005 Red Chilena contra la Violencia Doméstica y Sexual.

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